UNA ESTAMPA DE SANTA TERESA DE JESÚS, EN LA COLECCIÓN DE GOYA
Hoy se cumplen quinientos años del nacimiento de Santa Teresa de Jesús, en Ávila, en 1515. Esta figura emblemática, – no sólo para la Iglesia Católica, sino también por su fuerza como mujer de su época, en que rompe todos los moldes, – se convierte en una de las grandes voces poéticas de la literatura española. En el siglo XVIII se editaban estampas calcográficas devocionales sobre Santa Teresa, como la realizada por Manuel Navarro a finales del siglo XVIII. Este grabador nacido en Zaragoza trabajó en Madrid bajo la direccion del grabador Manuel Salvador Carmona. Navarro ejecutó grabados para la obra: Descripción de los Canales Imperiales de Aragón i Real de Tauste, encargado por el Conde de Sástago, y participan en el mismo grabadores como Dordal y Matheo González, (Elena Páez Rios).
En la estampa de Santa Teresa se encuentra: Letrilla que llevaba por registro en su breviario la Sta. Madre, que dice: Nada te turbe/Nada te espante/todo se pasa/ Dios no se muda/La paciencia todo lo alcanza/ Quien a Dios tiene/nada le falta/ solo Dios basta.
Esta estampa en su parte trasera lleva un manuscrito a tinta sanguina F. Goya. Sabemos que su hijo Xavier de Goya, cuando heredó la gran colección de grabados de su padre, los firmó por detrás, para reafirmar su posesión, y si los vendía, como lo hizo, los valorizaría. Y ésta que nos ocupa tiene estas características.
Otra edición, ésta de un libro, que se hizo en el mismo siglo XVIII, titulado Sobre Obras de la gloriosa Madre Teresa de Jesús, editado en Madrid, por la Imprenta del Mercurio, por Joseph Orga, impresor, año de 1752, está ilustrado por el grabador Juan Bernabé Palomino, nacido en Córdoba en 1692 y muerto en Madrid en 1777. En el libro, en las páginas 577-581, lo dedica a la famosa glosa titulada: Unos versos de la Santa Madre Teresa de Jesús, nacidos del fuego del amor de Dios, que en sí tenía.
Vivo sin vivir en mí
y tan alta vida espero
que muero porque no muero.
Hoy sábado 28 de marzo de 205, en pleno nacimiento de la primavera, Santa Teresa sigue renaciendo en su amor a Dios y en su poesía.
Teresa Grasa y Carlos Barboza
Archivo Barboza Grasa