La obra gráfica de José Guadalupe Posada fue expuesta con motivo de los cien años de su fallecimiento en 1913 en el Museo Pablo Serrano de Zaragoza, tierra de Goya. En las paredes del Museo colgaban sus imágenes con los más diversos acontecimientos que se sucedían en el México de fin de siglo XIX y principios del XX, hasta la Revolución Mexicana que se inició en 1910. Para que en México naciera una gráfica de la calidad creativa de Posada, tenía que tener en esos momentos el país una gran tradición gráfica que se inicia en el siglo XVI en que los españoles llevan el grabado xilográfico a México con el fin de reproducir las cartas de naipes para que los soldados se distrajeran jugando y también para la reproducción de hojas volantes con las imágenes de santos para así divulgar la ideología cristiana en el pueblo.
Esa mirada crítica de la sociedad pertenece a los grandes artistas de la historia del arte como son Las imágenes de la Danza Macabrade Holbein, grabadas por Hans Lukelburger, en 1538 en Lyon. Este espíritu crítico llega a la cima artística y técnica en la obra gráfica de Goya, que se formó en Zaragoza donde ha expuesto Posada. En el siglo XIX francés la litografía sirve para fustigar los defectos humanos en la obra de Honoré Daumier, Gavarni y Manet. Todo esto viene en recuerdo de los pequeños grabados que de Posada se expusieron en el Museo Pablo Serrano con temas con el Diablo como protagonista, donde se encontraban las siguientes obras: Un hombre acosado por los pecados capitales, Mujer asesinando a su marido ayudada por dos diablos, El hijo desobediente al que se le aparece el diablo, Un espíritu maligno en figura de mujer bonita. También hay seres extraños como un niño en la cama con rabo, que titula Fenómeno sin cráneo y El hombre serpiente. En el tema religioso se expone La aparición de la Virgen en un Maguey y Cristo en el monte Calvario. Los sucesos son muy importantes en la obra de Posada, tenemos Asesinada por su hombre, El ajusticiado a garrote vil, curiosamente muy similar en composición al grabado de Goya con el mismo tema, Hombre estrangulado por una boa, El terremoto de 1894 en Ciudad México. El pueblo al que pertenece y al que dirigía su obra el grabador Posada aparece en los Vendedores de petates, Mujer de cien maridos, El abandonado, Don Chepito cartero. También España está presente con la Malagueña, Don Quijote. Se exponen portadas de folletos que editaba la imprenta de Antonio Venegas Arroyo, con títulos como La cocina, El desertor, cuento patriótico, o Cuba Libre, Colección de canciones modernas para 1898. Al final de su trayectoria empieza la Revolución 1910 y Posada la ilustra como Goya en Los desastres de la guerra. Otro espectador del horror bélico. Se expusieron obras como Despedida de un revolucionario, y Muerte de un revolucionario.