El 11 de noviembre de 1771, en la Junta de Fábrica, el administrador Don Matías Allué dice: …que Goya ha pintado un cuadro al fresco para muestra y prueba de que tenía experiencia en esta especie de pintura y que había merecido la aprobación de los inteligentes. Que habiendo examinado sobre el tanto de que pintara la bóveda de El Coreto, le había respondido que lo haría en 15000 reales de vellón, siendo a su cargo el peón y aparejos…..
A partir de 1772, Goya pinta su soñada gran obra mural en Aragón, la superficie blanca de la Basílica del Pilar, junto a la Sagrada Imagen. Cantará, a través de sus pinceles y de su corazón, la exaltación de la Gloria y la representación de la Divinidad. Goya pinta poco a poco, al principio, y cada vez con más seguridad. Conforme va surgiendo la pintura del muro, se va apasionando y dejando volar su imaginación y se entrega el trabajo. No olvida el diseño, que es certero y clásico, a veces, aprendido en Roma y Venecia. El gran ángel parece un perfil romano y las musculaturas denotan que ha visto desde la pintura renacentista a la barroca, desde Miguel Ángel, hasta Veronés o Tiépolo.
El 1º de junio de 1772, al finalizar el cuarto mes, el Señor Allué dice que: … las obras del Coreto se concluían ya y que se estaba en el caso de quitar los andamios. Goya ha concluido su cielo de oro en el Pilar, y a partir de aquí, de este apoyo celeste y terrenal, pinta sin pausa en Aragón.
Nosotros concluimos nuestra restauración en 1992, y Victor Lope dio fe de nuestro trabajo en su video titulado GOYA-LA GLORIA. Pero antes de quitar nuestros andamios, muchos intelectuales, artistas, políticos aragoneses y los miembros del Cabildo, pudieron disfrutar de cerca de la maravilla de la pintura del genio joven de Goya en El Coreto. Y como colofón, lo visitaron S.A.R. la Infanta Dª Pilar de Borbón, con un nutrido grupo de acompañantes, y luego el Barón Thyssen, acompañado de Angel Perversi, Director de GM España y Yolanda Carrillo, Directora de Nueva Empresa, que pudieron admirar a Goya con todo su esplendor.
Ahora se puede
Carlos Barboza y Teresa Grasa