El profesor Cristóbal Pellegero nos narra en la revista Aragón, que se trasladó con su hermano José, Ingeniero Industrial, que era aficionado al Arte, a Luesma, pueblo de donde procedía su padre, y que dio un legado para reparar las pinturas de Los Cuatro Padres de la Iglesia. Más tarde se traslada con tres miembros del SIPA, el pintor dibujante y cartelista Francisco Cidón Navarro, el gran fotógrafo aragonés Juan Mora Inza, miembro también de la SFZ y colaborador del Heraldo, y el sacerdote catedrático de la Universidad de Zaragoza, Pascual Galindo Romeo, tres personalidades aragonesas, un pintor, un fotógrafo y un reputado catedrático de Historia, válidos para certificar como de Goya estas pechinas. Pero veamos que nos dice el Sr. Pellegero sobre ellas: