Cuando Elisa Picazo estaba encargada del patrimonio cultural de Fuendetodos, junto al Alcalde Joaquín Gimeno, nos mostró en las antiguas Escuelas,- antes de ser la actual sala Zuloaga, – en un cuarto de este edificio, una serie de pinturas antiguas que se hallaban allí almacenadas, entre las que se encontraban dos pequeñas obras realizadas al óleo, que representan un Vaso y un Almirez. Nos encargaron la restauración de todo el conjunto, y en 1992, publicamos un estudio titulado Fuendetodos Restaura 1992 donde dimos a conocer estas dos obras, atribuyéndolas a Goya en su juventud. Años mas tarde, en el libro Goya frente al muro, que resume nuestra labor de restauración de las pinturas murales de Goya en Aragón, entre 1978 y 1992, editado por la Diputación Provincial de Zaragoza en 1996, comentamos: … las pinturas del Vaso y el Almirez están realizadas al oleo sobre lienzo de lino, y clavadas mendiante cuatro clavos en sus extremos a una tabla de madera de pino. Los bordes de la tela están cortados. Parecen ser estudios de observación del objeto como material sobre el que resbala la luz, elementos del entorno del pintor, quizás de la cocina de los Lucientes de Fuendetodos ?… El asunto está situado en el centro de la superficie pictórica, y no hay señales de plano alguno de reposo. Son un vaso y un almirez posiblemente sobre una mesa. El lino presenta una estructura de tipo manual, tafetán, y una densidad de 13 hilos/ cm. en urdimbre y en trama. Los clavos son originales de la época. Se ha desclavado uno de ellos y presenta una estructura análoga a los utilizados en las pinturas de Remolinos. En el reverso de las tablas de pino se observan unos números escritos a lápiz autógrafo, en ambas pinturas. El grosor del soporte de madera es de 1,5 cm. Este tipo de técnica al oleo sobre lienzo de lino clavado a tabla, ha sido utilizado por Goya en Remolinos, en las pechinas de Los Padres de la Iglesia, las cuales se encontraban claveteadas a lo largo de todo su contorno y encastradas en el muro mediante escarpias. En Calatayud, en la Iglesia de San Juan el Real, Goya utiliza una variación del método, ya que aquí encola el lienzo de lino al soporte de madera de la pechina, debido a la gran dimensión de la obra. En este caso el fondo de la pintura es similar, de sombra oscura sobre la que destaca la figura o el objeto representado que surge con fuerza de esa tiniebla pictórica. La pincelada clara y brillante cobra así todo su contraste y definición en su contorno y pulsación. En la Cartuja de Aula Dei, sobre la pared de yeso también utiliza una imprimación oscura sobre la que ejecuta la pintura. Su tono es algo más claro que el utilizado en Calatayud.
GOYA PINTÓ EN FUENDETODOS, POR BARBOZA – GRASA
22 octubre, 2012
El pintor Francisco de Goya siente pasión por el muro. Desde su primera obra conocida, el Relicario de la Iglesia Parroquial de Fuendetodos, su lugar natal, invade la pared, el territorio acotado de un armario de la Iglesia y lo transforma, vistiéndolo con cortinajes sostenidos por los ángeles, enriqueciendo las humildes tablas en las que se aparece a Santiago la Virgen del Pilar. En 1680 se describía así la aparición de la Virgen del Pilar a Santiago Apóstol en Zaragoza: …. Traían los ángeles consigo prevenida una pequeña columna de mármol o jaspe, y de otra materia diferente había formado una imagen no grande, de la Reina del Cielo. Esta imagen traían los ángeles con gran veneración, y todo se había prevenido aquella noche…. Apoyados en esta descripción literaria que describió José Félix de Amada, los pintores de las diversas épocas crearon distintas iconografías de la Venida de la Virgen del Pilar.
Goya, como joven pintor de su época, no puede sustraerse al tema, al cual tiene especial devoción, como lo demuestra en sus obras y en su correspondencia. Con esta superficie de las puertas del mueble relicario de Fuendetodos, compone un conjunto de figuras distribuidas en subconjuntos, donde el cielo y la tierra se unen a través de la sagrada columna inclinada. (Ver en la foto 2, la explicación técnica en el texto publicado en Goya en el camino, 1992).
El Relicario de Fuendetodos, desgraciadamente se perdió en la Guerra de 1936, cuando fue destruida la Iglesia, y gracias al fotógrafo aragonés Juan Mora, conservamos la imagen de dicha obra, al igual que la de la imagen del acta de Bautismo de Goya escrita en el Libro de Bautizados parroquial. El Vasoy el Almirez se encuentran actualmente expuestos en la Casa Natal de Goya en Fuendetodos.